Pueblos con encanto en la Cerdanya

En el encantador pueblo de Martinet, hogar del Hotel El Niu de Martinet, podrás disfrutar de su tranquila atmósfera rural mientras paseas por sus calles pintorescas. Uno de los principales atractivos es la Parroquia de San Eloi, un edificio histórico con arquitectura típica de la región, que refleja el carácter cultural de esta zona del Pirineo. En el centro del pueblo, la Plaza del Ayuntamiento es el lugar ideal para relajarte y absorber el ambiente local. A pesar de su tamaño, Martinet cautiva por su serenidad y su entorno natural, que se pueden apreciar en cada rincón.

Puigcerdà, la capital de la Cerdanya, es un destino imprescindible en los Pirineos. Su encantador centro histórico invita a perderse entre calles con encanto, plazas con historia y edificios señoriales. No te puedes perder el icónico campanario de Santa María, símbolo de la localidad y mirador privilegiado desde donde contemplar los tejados de la villa y las montañas circundantes. Otro de sus grandes atractivos es el lago de Puigcerdà, un espacio natural único donde dar un paseo o simplemente desconectar en un entorno rodeado de árboles y tranquilidad. 

Bellver de Cerdanya, encantador pueblo de montaña, destaca por su casco antiguo medieval con calles adoquinadas y la iglesia de Santa María. Originalmente una fortaleza estratégica en la línea del Camí Ral, creció como un núcleo comercial y artesanal. Hoy, rodeado por un paisaje natural impresionante, es el lugar perfecto para explorar el Parque Natural del Cadí-Moixeró.

Lles de Cerdanya, situado a 1.480 metros en un pintoresco replano orientado al sur, combina historia, arquitectura y naturaleza. Su casco antiguo se organiza alrededor de la parroquia de Sant Pere, una iglesia de nave única con un imponente campanario cuadrado y tejado piramidal. El pueblo conserva casas tradicionales como Cal Ferrer y Cal Peremptori, junto a la capilla de la Mare de Déu del Roser, conocida como el Benefici.